“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo" (Proverbio chino).
Hace tiempo abrí una cuenta en Facebook motivada por la curiosidad hacia este nuevo medio de comunicación del que todo el mundo hablaba. Quería saber qué era esto de las redes sociales y de las webs colaborativas, por qué la gente invertía horas en participar en sitios como Wikipedia sin recibir nada a cambio, por qué hay páginas web en las que alguien se dedica a responder preguntas sobre algún tema en el que es experto y ayuda a los usuarios sin obtener contraprestación alguna. Esta actitud no tene cabida en las antiguas estructuras económicas, en las que todo consistía en comprar y vender.
Al principio no me gustó mucho lo que encontré en Facebook. No le veía la gracia a intercambiar mensajes con amigos a los que veía cada día, o cada vez que quería. ¿Qué me podía aportar? Pero poco a poco empecé a comprender que la información que se recibe a traves de Facebook es distinta y compatible con la que obtenemos por otros medios de contacto más directos. En poco tiempo la gente ha empezado a utilizar Facebook de una forma más sensata y los mensajes de "hola, estoy aquí mirando por la ventana" cada vez son menos frecuentes y van siendo reemplazados por aportaciones más sustanciosas. Así, cada uno va buscando su hueco en este foro, algunos comparten enlaces especializados, otros, eventos culturales, hay quien denuncia aquello que no le gusta o lo que le parece injusto, hay gente que recomienda libros, películas o blogs. Todo ello me ha hecho descubrir otras facetas de mis contactos, intereses y aficiones que hasta ahora no conocía. También Facebook me dió la posibilidad de reencontrarme con viejos amigos con los que, de otra manera, habría sido muy difícil contactar.
Así me he ido interesando cada vez más por las redes sociales en general (¡no todo es Facebook o Twitter!) y realmente es un mundo fascinante en el que podemos ir a buscar la información que nos interesa sin necesidad de tragarnos la que nos sirven en bandeja. Ahora mi problema es que me falta tiempo para seleccionar y leer todo lo que quiero.
Pero lo que en realidad me fascina de las redes sociales es su poder, la repercusión que pueden llegar a tener. No tengo claro que movimientos como el 15M o la primavera árabe hayan sido posibles solo o principamente gracias a las redes sociales, como se ha dicho repetidas veces, creo que tiene que haber una fuerte voluntad unánime que impulse todos esos cambios. Pero sin duda constituyen una herramienta tremendamente poderosa para construir y difundir una conciencia colectiva. En todo caso, creo que hemos entrado en otra era. Nadie sabe si será una moda pasajera o una auténtica revolución, pero al menos yo no me lo quiero perder.
Hace unos días compré en formato e-book
Reacciona, una obra coordinada por Rosa María Artal, en la que han participado, junto con José Luis Sampedro, recientemente galardonado con el Premio Nacional de las Letras, Federico Mayor Zaragoza, Baltasar Garzón, Juan Torres López, Àngels Martínez i Castells, la propia Artal, Ignacio Escolar, Carlos Martínez Alonso, Javier López Facal, Javier Pérez de Albéniz y Lourdes Lucía. Acabo de empezarlo y promete, pero ya os comentaré cuando lo termine.